Profesionalizar la práctica específica de la ilustración, aportando nuevos conocimientos y perspectivas para el desarrollo profesional con una visión integradora y otorgando las herramientas necesarias al ilustrador para desarrollarse plenamente en el campo de la comunicación visual y en el plano de la gestión, desde un marco de responsabilidad social y buenas prácticas profesionales y con la capacidad de responder a las necesidades que demanda la industria.

Consolidar conocimientos interdisciplinarios con foco en la integración de las áreas del diseño, la comunicación, el arte y la ilustración.

Integrar a la práctica de la ilustración recursos técnicos, tecnológicos, teóricos, comunicacionales y estéticos fundamentales para el pleno desarrollo de la profesión.

Conocer y analizar las capacidades de las nuevas herramientas y soportes relacionados a la disciplina, y aprovechar estas capacidades para el desarrollo de proyectos específicos.

Investir a la práctica profesional del compromiso intelectual y social que implica producir imágenes y contenidos visuales. Impulsar un marco de investigación para la historia de la ilustración local con el objetivo de comprender las tradiciones que modelan a la ilustración como rasgo de identidad nacional.